
Al contemplar en el interior de un escaparate un boomerang de brillantes colores, el niño atraído por su influjo, metió sus delgadas manos en los bolsillos de sus gastados pantalones. Al sacarlas comprobó de un vistazo que disponía de dinero más que suficiente para hacerse con el preciado objeto. Una vez en su poder decidió deshacerse de su viejo boomerang. Así que lo tiró.
12 comentarios:
Caminó unos pasos y sintió que le tocaban la espalda. Se dio la vuelta y comprobó que su antiguo boomerang estaba "de vuelta". ¿Qué iba hacer ahora con los dos? El nuevo se presentaba dispuesto al manoseo, pero ¿y el viejo? ¿cómo deshacerse de él?... ¿acaso su brillo no fue tambien objeto preciado de su deseo aquel primer día?
Todo esto nos brinda una reflexión.Saludos.
Imposible deshacerse de un boomerang, siempre vuelve...
Un abrazo.
Pues tienes razón: un boomerang es como una maldición, imposible deshacerse de él.
Saludos lelos!
Ja! Como escupir al cielo.
Me gustó mucho.
Saludos!
Cuantas cosas son como un boomerang, y siempre vuelven, para no dejarnos librarnos de ella. Saludos
Y donde se lo recibiô cuando volviô en plena cara?
Me colé desde el blogg de Al, leyendo tus comentarios. Si no te importa te seguiré leyendo pues me gustan tus micros.
Saludos
Si se sabe lanzar el boomerang regresa, si no, se pierde. En ocasiones es bueno renovar, en otras mejor llevarnos con nosotros aún lo más antiguo. Nos toca elegir.
Yo soy una adicta a los cambios... Un beso!
Esta tirando el dinero al fin y al cabo. Y tal vez el antiguo tenia mas recuerdos qe el nuevo, pero weno, de peqes no vems esas cosas, al reves, tenemos mas peligro en el momento en el que nos dan dinero XD
bss ;)
ya estas en la elite de la Union Literaria!!
Hace tiempo oí un chiste:
Un australiano que compró un boomerang nuevo, y no era capaz a deshacerse del viejo.
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